Coincido contigo: la capacidad de transformar industrias al redefinir las reglas del juego es realmente poderosa.
Estoy de acuerdo en que la educación y la agricultura son sectores especialmente preparados para la innovación disruptiva. Me tocó ver la implementación de inteligencia artificial en huertos hidropónicos de lechuga en el Yucatán i6 del año pasado, capturaban datos de humedad, nutrimentos y cantidad de agua, para hacer predicciones sobre los requerimientos futuros de la lechuga y modular la cantidad de nutrientes que requiere. En la parte de educación, estos dos últimos años he estado impartiendo bootcamps de desarrollo de modelos de negocio con una estructura de ChatGPT, en parte fue para impulsar la pasión por el emprendimiento en estudiantes, pero igual fungió como un acercamiento de la tecnología a diversas comunidades marginadas de campeche, que no tienen acceso a las nuevas tecnologías y desconocían la parte de la IA.
Considero que el comenzar a difundir esta visión de que la innovación disruptiva es un motor de transformación en diversos sectores, es importante para empezar a ver de distinta forma las problemáticas que tenemos hoy en día y comenzar a pensar en de que otra manera podemos incidir positivamente.